¡Por favor Señor, deténgalo!


Por más puta que sea, tarde o temprano el perro le rogará a su Amo que detenga el aparato. 

Con tiempo suficiente de acuerdo al aguante y al vicio del animal, del gusto pasará a la molestia y de allí al dolor.

Taladrarle el culo puede ser un buen castigo para un esclavo indisciplinado
o un entretenido juego para su Amo.




0 comments: